Los uniformes militares tal y como los conocemos ahora no tienen nada que ver con los uniformes militares del pasado. Hoy queremos compartir con vosotros una retrospectiva y analizar qué cambios han padecido y por qué se han realizado.

Uniformes militares en la historia. Época de Goya

Los uniformes militares fueron pensados en sus inicios para proteger a los soldados y que cumplieran también una función de camuflaje entre los terrenos y bosques. Sin embargo han ido variando a lo largo de la historia en función de los avances tecnológicos y los cambios políticos.

Por ejemplo, un oficial de los húsares de María Luisa según se mostraba en un retrato de Goya donde se pintaba a don Pantaleón Pérez de Nenín en 1808 se puede apreciar un faja de color con una chapa de forma oval y plumero en el gorro. No podían llevar charreteras propias de su graduación y por eso llevaban galoncillos en la bocamanga del dolmán. Utilizaban calzón de montar y guantes de ante amarillo situados en el cinto.





Asimismo los húsares en uniforme de gala presentan una particularidad muy curiosa y es que portan doble bandolera con el carrucherín y el gancho para la carabina y además los botones están colocado de una forma inusual y vistosa.

El Real Cuerpo de Artillería se distinguía siempre por el empleo de un galoncillo de oro al costado de su calzón y por el alto plumero. Los soldados de los tercios de caballería y de infantería llevaban una indumentaria similar en sus uniformes militares en el cuello portaban el emblema de los tercios, dos hemisferios y las columnas de Hércules.

Para los escalafones más bajos de artillería como el mulero, obrero o conductor los uniformes militares variaban sustancialmente en cuanto al color de la chupa y los calzones.

En próximos post desarrollaremos cómo han sido los uniformes militares a lo largo de la historia.

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